domingo, 27 de marzo de 2011

Por los Caminos de Alpa Corral (Córdoba)

Dicen quienes saben, que hay muchos árboles que son guaridas de las hadas. Al ser humano que comete la imprudencia de pasar junto a uno de estos árboles a última hora de la noche, se le llena el cuerpo de lastimaduras por los pellizcos que le producen los pequeños dedos de las hadas.

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